
“Alice se sentía nerviosa. Hoy era el día. Esta noche era su
iniciación. Sus compañeras de grupo la ayudarían con un rito personal y
poderoso. Esa noche asumía su poder y su compromiso con el despertar a la
magia.
Llegó puntual a la cita. Se encontraban en una pequeña casa
de campo. La recibieron con cálidos abrazos y besos. A la luz de las velas la
acompañaron hasta un acogedor baño donde la desnudaron y lavaron su cuerpo como
símbolo de pureza de corazón y renacimiento. Al acabar este proceso la
vistieron con una sencilla túnica blanca y le vendaron los ojos. Recorrieron un
camino que le pareció eterno hasta llegar al borde del círculo ceremonial. Una
vez en el círculo la invitaron a entrar y comenzó a honrar sus votos. Los votos
eran consigo misma, con su espíritu, con la conexión con lo divino. No se
trataba de ningún culto concreto o entidad religiosa. Sus votos eran para
aquello primordial a lo que el ser humano sierre ha honrado con diferentes
nombres, en diferentes épocas. Desde el chamán que imprimía sus huellas en el
corazón de una gruta hasta la joven que hoy en día practica en solitario.
Alice emprendía su propio camino, era un camino largo, casi
diría inacabable, que la acercaría al centro del laberinto que todos tenemos en
nuestro interior. Camino que emprendemos de diferentes maneras pero que nos une
como seres.”
Cuando decidimos tomar las riendas de nuestra espiritualidad
asociada fuertemente con la energía de la tierra, es importante hacer un pacto.
Un pacto con nosotros mismos. Un compromiso que nos motivará y nos hará retomar
la senda cuando la vorágine del mundo “civilizado” nos atrape y nos aleje de
él.
Ese camino, tu
camino, es único y sólo tú puedes recorrerlo. Cuando te sientas en sintonía y
percibas que es el momento adecuado puedes crear y diseñar tu propio ritual de
iniciación. Puede ser privado, en solitario, o puedes hacerlo en compañía.
No busques un ritual de iniciación ya hecho. Ese no es el
tuyo. Hazlo tú desde cero. Créalo a tu imagen, con los símbolos que te
representen. Crea tu vínculo desde el corazón. No prometas nada que no puedas
cumplir. No hay mayor fracaso que engañarnos a nosotros mismos.
Si formas parte de algún grupo es posible que ya tengáis
prediseñado el rito. Puede que te sirva, pero se fiel a tu instinto. Revísalo
antes y decide.
Sobre todo nunca dejes que nadie te de permiso para
iniciarte. Nadie, absolutamente nadie, tiene la capacidad de decidir si estás
en el momento adecuado.
No le des poder sobre ti a nadie. Eres la persona adecuada
para decidir sobre tu camino. Nadie más lo es. Pero… se consciente de que cada
acto tiene su eco en la eternidad. ¿Es realmente el momento?